Hace 7 meses, la agente de seguridad Erica Mack fue enviada al hospital en condición crítica luego de que un grupo de asistentes revoltosos la aplastaron mientras intentaban botar una cerca para escabullirse en el día 1 del Ultra Music Festival. Aunque afortunadamente, la agente de 29 años sobrevivió, quedó con varios huesos rotos, una fractura de cráneo y todavía se encuentra en rehabilitación por su extremidad baja severamente dañada.
Luego del incidente, Ultra logró evitar ser cancelado completamente cuando la ciudad de Miami y autoridades iniciaron a discutir la posibilidad de prohibir el festival totalmente pero ahora, el festival enfrentará una gran demanda por US$10 millones de parte de Mack. La demanda regresa a un detalle importante que fue analizado cuidadosamente por políticos durante la discusión sobre el futuro del festival: UMF supuestamente falló en poner atención a las sugerencias de la policía de Miami de reforzar la seguridad con más cercas en el área donde luego Erica Mack fue asignada para patrullar.
Este lunes pasado, Erick Mack habló públicamente por primera vez desde el incidente. Ultra, en respuesta, publicó un comunicado: “Continuamos deseando a la señorita Mack lo mejor para su futuro y esperamos que ya se haya recuperado completamente, pero la demanda que sus abogados han ingresado no explica apropiadamente los hechos del evento desafortunado,” explica. “Sin duda, los organizadores del evento creen que fue un incidente causado por acciones ilegales de terceros desconocidos por lo cual no son responsables.”
Mack fue sorprendida por el comunicado: “Personalmente creo que los organizadores del evento son responsables,” dijo. “Al final, ellos se suponían que se tenían que asegurar que sus empleados, así como sus invitados y clientes, estuvieran a salvo, y eso significaba seguir el protocolo y cumplir con los lineamientos sobre cercado y cosas de esa naturaleza.”
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